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Ocio seguro para menores de familias vulnerables

Los meses de marzo a junio con el confinamiento que provocó el coronavirus y las medidas restrictivas de la “desescalada” fueron duros para los menores de familias vulnerables del barrio de la Ventilla (Madrid). La crisis social provocada por el encierro agravó la situación económica de algunas de ellas. El verano, además de caluroso, se planteaba como un tiempo vacío para estos menores, que tenían muy difícil salir de la ciudad por vacaciones.

En este contexto, y dentro de la oferta que organizó la Compañía de Jesús en 22 ciudades, “Servir Juntos Verano 2020”, las parroquias San Ignacio (dirigida por la Compañía), y Nuestra Señora del Espino, del arciprestazgo Nuestra Señora de las Victorias, decidieron organizar un campamento urbano en sus parroquias para niños y adolescentes del barrio.

Durante el mes de julio, 30 menores y 10 adolescentes pudieron disfrutar de un ocio seguro y olvidarse un poco de la situación de pandemia. Con dinero recaudado a través de la campaña provincial #Seguimos se financiaron parte de estos campamentos celebrados durante cuatro semanas del mes de julio gracias a 32 monitores voluntarios.

María Lain, coordinadora de los voluntarios del campamento en la sede de Nuestra Señora del Espino nos cuenta que a los niños “les encantó poder estar fuera de casa, con amigos y jugar. Estaban cansados y aburridos después del confinamiento y el campamento fue como una liberación y un soplo de aire fresco. Les vino muy bien este tiempo lúdico”. Lo mismo opina Candela Contreras, de 16 años, una de las voluntarias más jóvenes: “El campamento ha sido una oportunidad para los niños porque han podido divertirse y jugar con otros niños después de tanto tiempo encerrados en sus casas”. A esta monitora su servicio le aportó sobre todo alegría, algo que también señala María Lain, quien añade, servicio y compromiso: “Estar con niños/as te renueva y vuelves a jugar como si fueras una más. También el valor del servicio y el compromiso. Sobre todo, el regalo de compartir tiempo de calidad con un buen fin, y la alegría que esto proporciona”.

Siguiendo todas las medidas de prevención (gel desinfectante, mascarillas, toma de temperatura), los menores pudieron disfrutar de juegos clásicos (polis y cacos, el pañuelo, bomba, balón prisionero, comba), gymkanas, talleres de baile y de pintar camisetas, cinefórum y alguna salida al aire libre.

La campaña #Seguimos financia proyectos concretos de las obras de la Compañía de Jesús intentando dar una respuesta integral a las personas y colectivos vulnerables que más sufren las consecuencias de la crisis covid-19.